Achille y Pier Giacomo Castiglioni
Brionvega Art Products Stories
Achille (1918-2002) y Pier Giacomo (1913-1968), hijos del renombrado Giannino Castiglioni, quien estuvo activo en Milán a principios del siglo XX con su propio Laboratorio de Escultura en Porta Nuova, ambos se graduaron en la Facultad de Arquitectura del Politécnico de Milán: Pier Giacomo en 1937 y Achille en 1944. Cultivaron sus pasiones de forma independiente. La colaboración entre los dos hermanos comenzó en 1945, y desde el principio, el diseño, la planificación urbana y la arquitectura representaron los intereses de una actividad profesional variada e intensa.
En 1956, Achille y Pier Giacomo Castiglioni fueron uno de los fundadores de ADI Design, la Asociación para el Diseño Industrial. Además, dedicaron una parte significativa de su carrera a la enseñanza. Durante toda su vida, exploraron formas, técnicas y materiales, dando vida a proyectos revolucionarios, realizados gracias a empresas ilustradas capaces de combinar cultura, producción y comunicación. Han recibido numerosos reconocimientos en todo el mundo, incluidos nueve Compassi d’Oro. Muchas de sus obras están presentes en las colecciones de museos de todo el mundo.
Achille y Pier Giacomo colaboraron con numerosas empresas, italianas y extranjeras, convirtiéndose en un símbolo de excelencia en su campo. Entre las empresas con las que han colaborado encontramos: Aerotecnica Italiana, Alessi, B&B Italia, Cimbali, Danese, Driade, De Padova, Flos, Fusital, Cassina, Ideal Standard, Italtel, Lancia Auto, Marcatrè, Moroso, Olivetti, Omsa, Phonola Radio, Perani Fonderie, San Giorgio Elettrodomestici, Teorema, Knoll International, Kartell, Up & Up, VLM y Zanotta.
Dibujos técnicos BRIONVEGA (1967)
Cuando se dedicaron a diseñar el radiofonografo para Brionvega, Achille y Pier Giacomo Castiglioni tuvieron en mente su innovadora idea de que los objetos deberían ser compañeros. Un concepto que va más allá de la técnica y la estética, transformando el producto en un objeto rico en valores y contenido. De ahí surgió la idea de un producto con forma antropomorfa, con un diseño lúdico al que se le toma cariño. Los dos diseñadores deseaban conferirle al objeto-amigo características de movilidad y versatilidad, permitiéndole adaptarse a las necesidades del usuario y establecer así una relación especial con este último.