En los años 60, la empresa, ahora Brionvega, se destacó en el panorama del diseño con modelos innovadores como el televisor Doney (1962), el primer televisor portátil con transistores en Europa, y el TV Algol (1964). Brionvega introdujo el diseño como elemento de integración en el hogar, con objetos como la radiocubo TS502 (1964) y el radiofonógrafo RR126 (1965).
En los años 70, bajo la dirección de Mario Bellini y el reconocimiento del Compasso d’Oro, Brionvega continuó innovando con proyectos como el fonoamplificador Concetto 101 (1974) y el amplificador AX3500 (1978). La reestructuración de la sede y la construcción de la planta de Brinel marcaron la expansión de la empresa.